Fructífero
Bello
Justo
Auténtico
Para una empresa es necesario ser rentable: para que exista, para que dure.
Pero no acaba aquí: también implica ser beneficioso para los demás, ser útil para todas nuestras comunidades y para la sociedad.
NAOS tiene que ser bello por naturaleza. Porque no trabajamos para hacer bellas a las mujeres, sino porque su esencia es bella.
Porque la belleza aflora cuando las cosas se hacen de la manera correcta.
Queremos respetar y celebrar esa belleza en todo lo que hacemos.
Ser justo es actuar de una manera correcta y respetuosa.
Justicia es, por ejemplo, aplicar solo los ingredientes necesarios en la dosis correcta para preservar los mecanismos naturales de la piel.
El respeto, por otro lado, es la mejor manera de mantener unas interacciones duraderas con los miembros de nuestro ecosistema y el mundo que nos rodea.
Hacer las cosas bien es una misión.
Ser honestos en lo que hacemos significa ser auténticos en todo lo relacionado con nuestros productos y servicios.
Debemos correr el riesgo de ser honestos en cada una de nuestras decisiones y en cada una de nuestras relaciones.
Coraje
La inteligencia
del
corazón
La libertad
deser
uno mismo
El deber
dedecir
y de hablar
la verdad
La valentía refleja nuestro espíritu innovador: el de una empresa que transgredió leyes para crear productos auténticos.
Sentimos el deseo constante de cuestionar el statu quo para crear un futuro que no olvide nunca su principal objetivo: la humanidad.
Trabajar ante todo por amor hacia los seres humanos, la naturaleza y la vida.
Cultivar la generosidad, la solidaridad, el entendimiento y el reconocimiento a los demás día tras día.
El deseo constante de satisfacer las expectativas de los demás y actuar con tu corazón, ya que solo la inteligencia del corazón puede revelar el potencial humano.
Aspiramos a un mundo en el que cada individuo pueda pensar, actuar y hablar con libertad.
La libertad de ser uno mismo es la base de la iniciativa, la implicación y la realización personal que todos llevamos dentro.
Eso es lo que nos inspira, como sistema cohesionado, para defender y reivindicar nuestra independencia.
Ser –que no parecer– fieles a nosotros mismos y a nuestros valores, sinceros en nuestra forma de hablar y respetuosos con las palabras.
Ser sincero y decir la verdad es una señal de respeto y una manera de honrar la confianza que los demás depositan en nosotros.